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Resumen

En la celebración de la declaración de los derechos humanos por las Naciones Unidas, influenciados por el caso Pinochet, los premios Nobel de la Paz hablaron del castigo de las violaciones de esos derechos, exceptuando notablemente al obispo surafricano Desmond Tutu, coordinador o director del proceso catártico que ellos llaman Truth and Reconciliation que dijo lo siguiente: "Hay tres métodos tradicionales de reacción ante esas violaciones. El primero es la venganza. Tú me apaleaste y yo te apaleo". Eso, como todos sabemos, tiene la consecuencia de eternizarse; de repetirse. "El segundo es el método Nuremberg. Los que ganan juzgan a los que pierden". Aunque los que pierden también pueden juzgar a los que ganan cuando estos se van a operar en Inglaterra. "El tercero es el perdón y el olvido", algo de lo que somos totalmente incapaces los seres humanos. Perdonan quienes no pueden recordar. Tutu nos dijo luego cuál es el cuarto método, uno no tradicional, ideado en Suráfrica para enfrentar con honradez un pasado reciente de violaciones a los derechos humanos. Es decir, reconociendo que en todos los conflictos participan por lo menos dos facciones, y que ambas incurren siempre en violaciones. Tutu sí tiene algo ahí. Los demás Premios Nobel optaron por el método Nuremberg. A quienes hemos dudado de la imparcialidad del Nobel, la adjudicación a Tutu sí nos parece bien; or lo menos por la inteligencia y honestidad de su juicio.