Teodoro Olarte: más allá de la conciencia desdichada

Resumen

En poco más de cien meses habremos entrado en el siglo 21. Todo parece indicar que procede un alto en el camino. No sólo por la conveniencia periódica de los balances y cuadros de situación del mundo actual, sino para identificar las claves de un Occidente cargado de enigmas. Un Occidente que abre ramales diversos según se lo observe desde las naciones desarrolladas o su periferia extemporánea. Y que por esa misma diversidad inhibe la visión total, las conceptualizaciones abarcantes.

"Conciencia desdichada" denomino en su hora Hegel a un desgarramiento de naturaleza parecida que impedía la captación de la totalidad. Teodoro Olarte vivid la nostalgia de ese totalismo (la vieja ambición metafísica, en otras palabras), renunciando a edificar un sistema: para él se trataba de construir una síntesis de los datos y señales del presente y de sus vectores cardinales. Síntesis atondo, cierto, aunque de carácter provisorio y paradójicamente imprescindible. Vencida la tentación del Absoluto, quedaba en pie el riesgo de ser absorbido por la crónica del conocimiento (en especial el científico-técnico), a lo que el filósofo replicó con una enérgica revaluación del sujeto.

El ser y el hombre es una obra de madurez que reivindica la tarea metafísica, pasando revista a sus aportes a lo largo de la historia. A la vez -y principalmente-propone una antropología positiva. De ahí que la cita cartesiana de la introducción -"Pero después que hube empleado algunos años en estudiar así en el libro del mundo y en tratar de adquirir alguna experiencia, tomé un día la resolución de estudiar también en mí mismo y de emplear todas las fuerzas de mi espíritu en escoger los caminos que debía seguir..."-¹ calza a la perfección en el empeño olartiano. Empeño prefigurado por Kant y que la actualidad torna perentorio, en medio de un clima donde el conocimiento Simula operar al margen del cognoscente. A diez arlos de la desaparición del filósofo, vale la pena examinar sus argumentos, precisando la vigencia de su pensar y poniendo sobre el tapete sus tesis cruciales.