Estado ¿Empresario?: El caso CODESA

Resumen

El Estado puede influir en la vida económica de un país por dos vías: la primera es la regulación del quehacer privado, como lo hacen ciertas formas de planificación y dirección del crédito; la otra es por medio de su participación directa, y monopolista, en actividades productivas. El estado-empresario es una manifestación de esta última forma de actuar.

En ambos casos, la participación estatal en la vida económica suele aceptarse porque se espera que ella contribuya a la "eficiencia" o a la "justicia social". En el primer caso se suele suponer que el Estado tiene acceso a información estratégica de la que no disponen los agentes económicos privados y, perianto, puede actuar mejor que éstos. También se menciona que el Estado tiene más capacidad para asumir riesgos empresariales que los agentes privados actuados aisladamente. ¹. La búsqueda de la "justicia social" se defiende señalando que el administrador público, en un mundo teórico en que no existe la mínima tentación a la corrupción, actúa sin fines de lucro (ni financieros ni políticos) y, por ello, puede promover el logro de metas de interés social que no interesan al empresario privado.